Cualidades que buscan los hombres en las chicas

Sabemos muy bien que la apariencia física es muy importante para hombres y mujeres, pero hay cualidades que son las que terminan cautivando a una persona, por ejemplo en el caso de las chicas, sabemos bien que ellas son más sentimentales por lo tanto cuando se refieren al hombre ideal, se refieren a un chico dulce, gentil, amigo, hermoso, alto, fornido en fin muchas y muchas cualidades, toda una lista de ellas, pero en el caso de los caballeros estos suelen ser mucho más sutiles porque se dejan llevar por su instinto, es decir, en vez de pensar tanto en sentimientos y en relaciones duraderas, piensan en encuentros casuales por eso entre las cualidades que buscan en una chica está el sentido liberal, la belleza de su cuerpo y rostro así como también su picaría y osadía, siendo una lista mucho más pequeñas que varía un poco entre hombres, pero al final sigue siendo una corta lista. 

Y es que los chicos buscan preservar el mayor tiempo posible su soltería, que nada les impida ligar, compartir en la cama sensaciones como ningunas, y saben que al comprometerse su vida de salidas, tragos, amigos, fiestas y mujeres hermosas se acaban completamente, siendo unos adictos a la aventura y a la diversión.

Y así hay muchas mujeres en estos tiempos también, mujeres decididas, atrevidas que hacen todo lo que desean para cumplir con sus deseos e instintos, mujeres hermosas que van seduciendo hombres por su paso y que estos hombres a la vez son excelentes receptores de esa seducción, por eso y sabiendo como son muchas chicas en estos tiempos, entre las cualidades que buscan los hombres en las chicas esta ese sentido de coquetería y picardía, esas ganas de complacer a un chico mientras este sea capaz de satisfacerlas al máximo.

Muchas chicas escorts que se ven en las grandes ciudades, son chicas que les gusta sentir la cercanía de un hombre distinto cada noche, y a su vez estos clientes les agrada tener en sus camas la calidez de un cuerpo hermoso, un cuerpo que sabe muy bien como consentir a cualquiera, soñando entonces con la calidez entre sus piernas y con las mejores noches jamás vividas, noches que valgan la pena contar entre amigos, porque son noches que se quedan grabadas en la piel de ambos y en la memoria, por todo el placer y el vaivén de emociones a los que son expuestos.