Una relación se inicia por la química y así se da el amor

El amor forma parte de nuestras vidas, no cabe duda de que es el motor de todas nuestras acciones, porque el amor es química, es algo que recorre nuestro cuerpo y que se hace difícil de explicar, aunque en realidad cuando hay amor, hay que sentirlo, sobran las palabras y las descripciones. Y es que si nos damos cuenta todos perseguimos esos momentos, nos damos cuenta que a pesar de que hayan muchos aventureros a nuestro alrededor, al final del día todos sucumben y se entregan a los brazos del amor. Cabe destacar que cuando hay amor el sexo se transforma, ya no es sexo como tal, es hacer el amor, porque no solo se busca el placer nuestro, sino que se basa en buscar el placer del otro, la intimidad los acerca mucho más, los hace que se necesiten mutuamente, algo que no se consigue con el sexo casual, que simplemente se vive para calmar una necesidad, y no se vive simplemente por el deseo de tener a otro al lado, esas diferencias que solo lo explican aquellos que han sentido amor por alguien y que también han estado en la cama con personas sin amar.

Y a mi parecer vale más la pena entregarse al amor que sucumbir ante el deseo de la carne, la expectativa de las citas, las conquistas, los detalles, todo ese previo antes de iniciar una relación son motivadores y crean una ilusión que no se compara con nada más, y al momento de establecerse como pareja y hacer el amor, tocan el cielo con las manos, esas sensaciones nuevas constituyen algo que vale la pena en todos los sentidos, porque se sabe que muchos temen a salir lastimados en una relación de amor, pero cuando se consigue a la persona ideal, todos los tropiezos se desvanecen.

La química que va más allá de la cama se ve en las calles, cuando se juntan para una comida o para una salida, la gente suele notar cuando las personas están enamoradas, porque el brillo en su interior, un brillo difícil de describir los delata, eso es parte de esos sentidos que se van incrementado y que hacen una reacción en cadena en el cuerpo, nadie tiene la capacidad de decir que pasa en su interior, pero lo que si saben es que lo sienten y que se nota en los poros de su piel, en cada parte de ellos.